Un buen colchón puede acompañarte muchos años si recibe los cuidados adecuados. Con simples hábitos podés prolongar su vida útil y mantener el confort como el primer día.
Un protector impermeable ayuda a evitar manchas, humedad y el desgaste prematuro.
Airear el ambiente reduce la acumulación de humedad y mantiene la frescura del colchón.
Girarlo de pies a cabeza cada 30 días. Esto distribuye el uso y ayuda a evitar deformaciones.
Utilizar el colchón sobre una base firme y uniforme mejora el soporte y prolonga su durabilidad.
Si dormís con mascotas, el uso de un protector es indispensable para prevenir pelos, manchas y desgaste.
Evitar saltar o aplicar peso excesivo en un solo punto protege la estructura interna del colchón.